Gracias con GR de Grecia

Ya estoy en España. He venido en el avión pensando en resumir mi estancia en Elna con unas pocas palabras y he encontrado tres que empiezan por I. Intensa, Interesante e Intercultural.

Intensa por el tiempo dedicado, por las cosas que ha habido que resolver con una toma de decisiones rápida y colegiada, por el acumulo de pequeños problemas que ha habido que solucionar (pequeños pero para las personas que tienen necesidades muy grandes)… Compras, descarga de envíos, gestiones sanitarias, aspectos relacionados con la solicitud de asilo y muchas más cosas. Y el trabajo de guardería y parque con los más pequeños.

Interesante por un montón de vivencias que me han llegado muy dentro. La ternura de los bebés, el cariño de las madres, la frescura de los niños y niñas, la colaboración de mucha gente española y griega, las ONG que desde muchos kilómetros de distancia hacen llegar suministros, voluntarias y dinero,… Aquí te ves parte de una gran familia que de pronto ha aparecido a tu lado.

Intercultural por la vivencia con culturas tan diferentes como Africanas y de Oriente Medio, con diferentes maneras y costumbres, musicas y vestidos, gustos culinarios o maneras de entender la crianza. Pero también la convivencia con un equipo de voluntarias jóvenes, preparadas, con las ideas muy claras y con un alto sentido de la solidaridad y la justicia.

Estos días Facebook me ha recordado un documento, el mapa de Kawa, del que hablé en una entrada de este blog en mayo de 2016 en Katsikas, noroeste de Grecia, mi primer trabajo voluntario con personas refugiadas Lo pongo aquí. Kawa, pintor y refugiado sirio reflejó la “odisea del día a día” de su huida de Siria, con los pasos de frontera que tuvo que hacer y los pagos a las mafias a los que tuvo que hacer frente. En Elna habría que extender el mapa hacia el este hasta Afganistán y hacia el suroeste hasta el Congo. Las historias que se dibujarian.

He hecho un donativo en nombre del grupo Valle de Benasque Solidario SOS Refugiadxs. Si queréis colaborar económicamente con el proyecto decidme en un mensaje privado y os pasaré el número de cuenta de Lleida pels refugiats, que es la ONG que me propuso venir aquí y una de las colaboradoras de Elna.

El proyecto seguirá y será necesario durante mucho tiempo, mucho más del que nos gustaría. Esta crisis no lleva camino de solucionarse. Nuestra sociedad carece de un valor que ponga la solidaridad y la empatía por delante del egoísmo y del miedo. No podemos desanimarnos facilmente.

La ternura de los bebés

Grande Granda

Que grande el abuelo. Quiso el azar que ayer después de comer llegara al Elna Fatima con su bebé de dos dias, Adam. Fue un momento entrañable. Carlos lo entró en brazos y así dieron la foto que podría ser un icono del Elna. El voluntario más antiguo y el bebé más joven.

Bienvenido al hogar

Se ha instalado también una familia nueva, otra mujer embarazada y su marido, que son un caso vulnerable que vienen con el aval de los servicios sociales. Para instalarlos ha habido que cambiar una madre con sus hijos a otra habitación donde ya estaba una mujer con el suyo. Limpiar la habitación que queda libre, hacer comprender la necesidad de los cambios, buscar ropa de abrigo… sólo con una buena dosis de tolerancia y empatía son posibles. Pero se entiende que hay que apretarse para ayudarse cuando es necesario.

He sido testigo de la charla de Carlos con los recién llegados de cara a informar sobre las normas del Elna. Cumplimiento de los turnos de cocina colectiva y limpieza, que no haya actitudes racistas o machistas, no a la violencia de género, no a las drogas o las mafias, respeto a las personas voluntarias… todo ello se concreta en una firma. También el Elna adquiere el compromiso de proporcionar techo, comida y suministros básicos, asesoramiento para procesos legales y de formación y ayuda para las visitas médicas. Un Contrato social

El jueves visitaron un centro de formación que está situado lejos pero ofrece clases gratuitas de formación laboral. Ayer comentaban algunos refugiados que había plazas libres y algunas solicitudes podrían ser atendidas. Metal o Marketing podrán ser opciones de formación. Mientras seguimos buscando otras ofertas que les puedan beneficiar

Hay varios niños y niñas que acuden a la escuela griega, los que tienen entre 6 y 12 años. El colegio está cerca, frente al piso que utilizamos para alojamiento del voluntariado. Aquí también hay una tarea de seguimiento, relación con el equipo directivo del centro y recogida a la salida en situaciones extraordinarias. En la medida que podemos les ayudamos con los deberes pero en esto, como en otros aspectos del acompañamiento, nos faltan voluntarias nativas o que hablen con fluidez el griego.

Y también nos queda tiempo de acudir a manifestaciones que tienen lugar en Atenas. Ayer por la mañana estuvimos protestando contra los desalojos de squats en los que vivían las personas refugiadas en Echearquia y por la tarde contra la masacre que está llevando a cabo el gobierno turco en la región de Rojava, Kurdistan sirio. Otra guerra que complicará la situación y traerá más personas a Grecia y Atenas. En este caso además, en Rojava se había desarrollado un proceso autogestionario y feminista de mucho interés. Había que machacarlo.

Celebrando Samain

Hoy hemos celebrado Samain, el nombre gallego de la fiesta que se celebra el 1 de noviembre. Así despedimos a Raquel, voluntaria gallega, entregada y comprometida, que ha sido una de mis compañeras. Hemos hecho un taller de pintura de caras y preparado unas natillas, que al cierre de la edición del blog aún se estaban enfriando.

Antes, esta mañana, hemos hecho un reparto de zapatos. Nos los pasaron desde otra ONG y una vez clasificados y preparada una lista de necesidades por habitaciones hemos hecho el reparto. Las mujeres han aceptado de buen grado la fila de espera, alguna ha intentado colarse, alguna se ha alargado mucho tiempo buscando y eligiendo los zapatos pero al final ha terminado bien. Sorprenden estos resultados con los pocos medios que tenemos.

Natillas de Samain

Aquí las familias vienen de Siria, Afganistán y Congo. De las dos primeras sabemos porque las noticias occidentales han hablado bastante pero del Congo tenemos muy escasa información. Indago un poco y es un país africano de los más grandes, antiguo Zaire, rico en recursos muy importantes como uranio, diamantes o coltan. Desgraciadamente rico también en un periodo colonial salvaje, dictaduras, guerras secesionistas y escenario de la denominada guerra mundial africana cuando fue invadido por todos sus vecinos. Derechos humanos inexistentes y un país con graves casos de violencia contra las mujeres. Como no van a escapar de allí. Y qué responsabilidad tenemos el primer mundo de lo que está pasando en África.

Esta tarde hemos tenido una sesión de formación para las últimas voluntarias que han llegado. Insistimos en el respeto a la política y religión; no preguntar por periodos que les han sido muy duros como lo que les motivó a huir y más bien escuchar lo que quieran contarnos; ser conscientes de que el voluntariado es un tiempo limitado y hay que saber despedirse sin crear un vacío afectivo, especialmente con los niños; en pocas palabras ” ponernos en su piel”.

Desde mayo hemos pasado unas 80 personas, mujeres en su mayoría. La gente repite y las que estuvieron hace un tiempo comparan y nos dicen que está muy mejorado. Esto anima evidentemente. Hace que se mantenga la ilusión y la esperanza. También el voluntariado crea fuertes lazos de afecto y amistad, el valor añadido de compartir la empatía y la solidaridad.

Enfilo mis últimos días en Atenas. Orgulloso de haber apoyado a unas madres muy vulnerables en las primeras etapas de vida de sus hijas e hijos y encantado de haber compartido estás vivencias con unas voluntarias solidarias de muy alta calidad humana.